Los primos

2022-11-14

Tito y Coca

Mis abuelos maternos, Tito y Coca, eran primos hermanos. La mamá de Tito, Catalina, era hermana del papá de Coca, Ángel.

Tengo recuerdos de Catalina y de Ángel, en el jardín del frente de la casa de mis abuelos. Que mis bisabuelos fueran hermanos lo entendí mucho después. No sé si alguien me lo explicó o lo deduje por el parentesco de mis abuelos. Lo que sí me doy cuenta ahora es que mis abuelos hablaban, entre ellos, con mucha familiaridad de  de sus antepasados. Claro, eran los mismos. 

En el living comedor de Tito y Coca, que nunca se abría  salvo para limpiar o recibir visitas, había un retrato enorme de la tía Elisa. Dominaba la habitación. La tía Elisa era la esposa de Ángel. Es decir, la madre de mi abuela Coca y la tía de mi abuelo Tito. Elisa se casó en primeras nupcias y tuvo 3 hijos. Enviudó muy joven. Y conoció a su segundo esposo, Ángel. Se conocieron en el mercado, lo que hoy sería la feria. Los dos tenían un puesto ahí. Ángel  tenía unos 20 años menos que Elisa. Precioso hombre. Lo recuerdo por fotos. De ese matrimonio nacieron mi abuela Coca y la tía Rosita. 

Mi abuela Coca tuvo tuberculosis. En esa época, no había antibióticos para curarla. La llevaron a Córdoba, a Capilla del Monte, un lugar con aire muy puro. Quedó al cuidado de la tía Rosita, una mártir. Mi abuela se curó. Después se casó. La tía Rosita quedó soltera. Digo que quedó soltera porque, en aquella época, había que casarse. Rosita no solo cuidó a mi abuela, sino también a los hermanos de parte de su mamá Elisa, cuando Elisa murió. 

Rosita tenía problemas psiquiátricos. Me contó mi madre y mi prima Estelita que, a veces, deliraba. Me dijeron que era muy buena. Quizá mi segundo nombre sea Rosa por ella.

La tía Rosita murió antes que mis abuelos, mucho antes. Yo no la recuerdo. 

 

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